Protectoras. Un grito desesperado por los que no tienen voz

Actualizado 16.03.2024

Hay historias conmovedoras y hay historias que son un soplo de aire fresco, por lo que tienen de leccion de            vida. Algo que siempre hemos querido hacer en estás páginas ha sido darle voz a los que no la tienen. Gente que se deja la vida y la cartera en el rescate de animales, embarcándose en una aventura que muchas veces se convierte en un túnel que no parece tener final . Es gente que está hecha de una pasta especial. Gente que tiene nombres y apellidos que nadie conoce, porque lo realmente importante no son ellos, son los peludos, son los animales que recogen, víctimas del maltrato y del abandono. El fruto inevitable de la maldad humana.

Una de esas asociaciones es "La Manada de Odín", un grupo reducido de personas que se han volcado desde hace un año en una misión imposible. Gentes que tan pronto saltan una valla inexpugnable como atraviesan un rio para rescatar a un perro que agoniza encadenado a un arbol, gente que se enfrenta a conocidos delincuentes de barrio para rescatar a un cachorro al que apalean porque se ha meado en el suelo de casa, porque ladra nervioso en ausencia de quien debería velar por su seguridad y su bieneestar.

Hay otra asociación que nos llama la atención, "Con B de Galgo". Una asociación que acoge cerca de 100 galgos sin ayuda de instituciones que deberían correr con todos los gastos. Pero no solo no reciben ayudas, reciben el odio de vecinos que no entienden de empatía, de solidaridad. Asociaciones que comienzan su trabajo sin esperar el resultado de una burocracia interminable, por una sencilla razón, porque los perros no entienden de burocracia. Su hambre no entiende de papeleo. Su tristeza, sus necesidades, no entienden de legalidad.

En el curso de nuestra labor de investigación, tuvimos la ocasión de conocer la historia de Patricia. Patricia es una mujer sin hogar desde hace semanas, una mujer que perdió su trabajo primero, su casa después y la posibilidad de recuperar la vida que conocía por ese cancer que se llama burocracia. Patricia duerme con sus cinco perros, de raza Bichón Maltés, bajo el techo de la terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suarez en Madrid. Patricia ha recibido la visita de una asociación que se excusaba diciendo que no le podían ofrecer comida porque la dirección de AENA se lo tenía prohibido, la misma dirección que la amenaza con denunciarla por no deshacerse de sus perros, su familia, entendiendo que el hecho de decidir dormir en la calle porque no es capaz de encontrar una vivienda digna en la que la dejen vivir con sus perros es un caso de maltrato. La Manada de Odín se ofreció a ayudarla, pero su respuesta fue contundente, yo no necesito limosnas, solo necesito que me alquilen un piso en el que no me pidan ser millonaria para firmar. Patricia duerme en el suelo del aeropuerto, y antes en su coche, cada dia en una calle diferente, para no molestar.  Tenemos entendido que los chicos de la asociación se ofrecieron a ocupar un piso para ella, pero Patricia es diferente a todas las personas en su situación que nos hemos podido encontrar, y no aceptó esa solución porque no estaba bien, aunque fuera de un banco, y quizás por eso nos hemos decidido a intentar hecharle una mano a los chicos de La Manada de Odín para que la ayuden a sufragar los gastos del alquiler en los primeros meses. Patricia no merece la calle, sus perros no merecen la calle. Si quieres o puedes hechar una mano, puedes hacerlo a través de la web de  La Manada de Odín o usando el código Bizum de la ONG 07626, poniendo como concepto Patricia.