Pedro Sanchez libera una cortina de humo para evitar que se hable de la presunta implicación de su mujer en un caso de tráfico de influencias

Actualizado 25.04.2024

No cabe duda de que el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es un calamar que se mueve como pez en el agua en aguas turbias. El fango parece ser su hábitat natural. Con sus oscuros movimientos consiguió volver al PSOE, del que había sido expulsado, como un Ave Fénix, haciéndose con el control del partdio de idéntica manera a la que se ha hecho con el control del Gobierno de la Nación, pactando entre sombras, prometiendo cosas que sabía que no iba a poder cumplir y adornando los oídos de cualquiera que quisiera escucharlo.

Es el único Presidente de la historia de España que se ha mantenido en la cima sin ganar unas elecciones, prometiendo, pactando, adornando oídos y diciendo en cada sombra lo que su interlocutor quería escuchar. Tiene un carisma indiscutible, que apoya en una falta total de escrúpulos para cambiar de opinión dependiendp de la hora del dia, porque como bien explicó en un programa de radio, él no miente, solo cambia de opinión, pero también es el único Presidente que no ha hecho el ridículo al intentar hablar en otro idioma, porque el Presidente tiene la facilidad de embaucar en dos idiomas, ya que domina con soltura el inglés.

Coincidiendo con el rumor de que algunos de los móviles de miembros del Gobierno habían sido hackeados por Pegasus, sístema de espionaje israelí, cambió la postura que España ha mantenido sobre el Sahara desde que España tuvo que abandonar la colonia africana ante el avance imparable de un tsunami de personas arrojadas como carnaza por el entonces Rey de Marruecos, sabedor de que el General estaba en sus últimas horas y que no habría quien defendiera la plaza con la contundencia que la ocasión requería.  

Lo que ahora ha hecho el Presidente al filtrar la carta, no ha sido otra cosa  que soltar tinta para quitar el foco sobre la verdadera noticia, que no es otra que la  investigación que un juzgado de Madrid ha abierto contra su mujer por su presunta implicación en un delito de tráfico de influencias, con el que se habría lucrado utilizando su relación con el Presidente. La verdadera noticia es que un juez ha dado credibilidad a las noticias que llevan semanas apareciendo sobre Begoña Gómez y que dejan a la mujer del Presidente en un lugar del que va a costarle trabajo salir sin la ayuda de su marido, que se servirá de cualquier estrategia para desacreditar a los perdiodistas y a los medios. Para ello cuenta con el apoyo incondicional de los medios afines, que lo arropan a cualquier precio, haga lo que haga. Diga lo que diga

Solo el tiempo da y quita razones, pero lo que es cierto es que cuando acabe la semana trágica que Pedro Sánchez ha marcado con su carta., Pedro Sanchez no va a dimitir.  Es un maestro de la puesta en escena. Pedro Sánchez no va a dimitir, porque el "amor" que dice sentir por su mujer, no es tan grande como el que siente por el poder, por el sillón, por la poltrona.

Y dentro de una semana Pedro Sánchez no habrá mentido, solo habra cambiado de opinión, una vez más. Otra vez.