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María Corina Machado, la lucha de una mujer de verdad en un contexto de fraude y frustración

Actualizado 05.08.2024

Venezuela lleva demasiados años a la sombra del fraude, la corrupcion y el comunismo. Desde la llegada del Comandante Hugo Chavez, el fantasma del amaño electoral siempre ha planeado sobre unas elecciones que distan mucho de cumplir con las mínimas exigencias de transparencia democrática. A pesar de un intento descarado de comprar la voluntad de las clases más desfavorecidas con medidas populistas que no tienen otro objetivo. Es el tan usado truco comunista de te presto una muleta, después de dejarte cojo. En Venezuela llevan comprando, o al menos intentando comprar la voluntad de un pueblo desesperado desde hace décadas.

Tuve la inmensa fortuna de visitar Venexuela hace muchos años, vivo aún el Comandante que comenzó la "Revolución Bolivariana" que a sumido a Venezuela en la más absoluta de las miserias siendo uno de los países del continente con mayores recursos propios. Venezuela nada n un mar de petroleo, de gas natural y posee inmensas minas de oro. El único tesosro del que no puede disponer la hermosa Venezuea es de la LIbertad, con mayúsculas, porque el regalo de un mendrugo de pan en una cartilla de racionamiento no puede ser, en modo alguno, considerado Libertad.

Ha tenido Maduro una semana completa desde el pucherazo del domingo electoral parta presentar las actas. No lo ha hecho. No puede hacerlo porque no las tiene, al menos no con los resultados que pregona a los cuatro vientos. Se ha cuidado muy bien de que no haya ni un solo testigo del fraude que no sea uno de sus palmeros, con los infames Monedero y Zapatero a la cabeza. A veces da verguenza que semejantes ingenios malignos compartan nacionalidad con uno.

En las últimas décadas, Venezuela ha sido escenario de intensos conflictos políticos y sociales, donde las elecciones han estado en el centro del debate. La sombra del fraude electoral ha empañado repetidamente los procesos democráticos del país, generando una profunda desconfianza en la legitimidad del gobierno. Dentro de este contexto de incertidumbre y lucha, María Corina Machado se destaca como una figura emblemática de resistencia y superación, representando a la mujer venezolana de una manera que va más allá de las cuotas y los beneficios de género.

Una historia de duda y fraude.

Desde la llegada del chavismo al poder en 1999, las denuncias de manipulación electoral han sido recurrentes. Observadores internacionales y organizaciones no gubernamentales han señalado diversas irregularidades en múltiples elecciones. Entre las tácticas más reportadas están la intimidación a votantes, la manipulación de los medios de comunicación, el uso de recursos del Estado para campañas oficiales y la alteración directa de los resultados electorales. Si no hablaramos de Venezuela alguien podría penar que hablamos de algún rincón de nuestra geografía.

En este ambiente adverso, la oposición ha tenido que enfrentar enormes desafíos para lograr una representación justa y efectiva. La falta de transparencia y las constantes modificaciones al sistema electoral han hecho que muchos ciudadanos pierdan la fe en el voto como herramienta de cambio.

María Corina Machada, una Mujer, mujer, ejemplo de mérito y coraje

María Corina Machado, ingeniera industrial y ex diputada, ha sido una de las voces más firmes y constantes en la denuncia del fraude electoral en Venezuela. Desde su irrupción en la política nacional, ha sostenido una postura inquebrantable en contra del régimen chavista, abogando por la restauración de la democracia y el respeto a los derechos humanos.

A diferencia de algunas figuras que buscan ascender en la política mediante cuotas de género o beneficios específicos para las mujeres, Machado ha forjado su camino con base en su capacidad, valentía y convicciones. Ha sido arrestada, despojada de su inmunidad parlamentaria y ha enfrentado innumerables amenazas, pero esto no ha detenido su lucha. Su liderazgo ha sido reconocido tanto a nivel nacional como internacional, destacándose como un faro de esperanza para muchos venezolanos.

El caso de María Corina Machado subraya la importancia de la integridad electoral como pilar fundamental de la democracia. Su lucha no solo es contra el fraude electoral per se, sino contra un sistema que ha intentado silenciar y reprimir a quienes buscan un cambio genuino en el país. Su perseverancia ha inspirado a muchos a continuar defendiendo sus derechos, pese a las adversidades.

Machado ha demostrado que el liderazgo auténtico y la verdadera representación no necesitan de cuotas ni beneficios especiales. Su trayectoria es una prueba de que la capacidad, la integridad y el compromiso con los principios democráticos son las bases sobre las que se debe construir cualquier movimiento político.

Han pasado siete días. Se han secuestrado a periodistas españoles mientras el "colectivo" guardaba un silencio cómplice porque Cake Minuesa no es de los "suyos". Lejos quedan los tiempos en que los periodistas tenían la única misión de contar la verdad para que cada quien se forjara sus propieas conclusiones. Se han deportado delegaciones de políticos españoles y europeos, invitados por la oposición para formar parte de un operativo que vigile la transparencia de las lecciones. Ese es el único motivo por el que se ha prohibo el acceso. En Venezuela solo vigilan los que bailan encantados al son de los disparos contra el pueblo, los mismos que lo asesoran desde hace años, los mismos que tratan de importar el modelo bolivariano a España. Los que reparten carnets de demócrata mientras acusan de conspiración fascista a quien ose disentir, o pensar de otra manera.

Hoy Venezuela llora, y España,. sobre todo España, no puede mantenerse de perfil mientras se dispara con fuego real a un pueblo que demanda Libertad. Adelante Venezuela. Es ahora o nunca.