Los agricultores elevan el tono de la protesta y cortan la A4 en ambos sentidos a la altura de Valdepeñas

Actualizado 10.02.2024

En medio de un clima de tensión y reivindicaciones sectoriales, las carreteras españolas se ven nuevamente afectadas por las protestas que sacuden al país. Este sábado, la Dirección General de Tráfico (DGT) informó sobre los cortes en varios tramos de la A-4, especialmente  a su paso por Valdepeñas, Ciudad Real, debido a las movilizaciones de los agricultores. Estas protestas, que ya suman su quinto día, avanzan sin incidentes reseñables, aunque ponen de manifiesto el creciente descontento en un sector que lo está pasando mal.

La situación se complica con la convocatoria de la Plataforma Nacional por la Defensa del Transporte, que ha llamado a una reunión "nacional" frente al estadio Metropolitano de Madrid a las 17:00 horas. La intención es clara: ratificar la decisión de iniciar un paro indefinido en solidaridad con el sector primario, una medida que promete aumentar la presión sobre las autoridades. Esta plataforma, que ya en marzo de 2022 protagonizó una huelga de 20 días paralizando la cadena de distribución, representa a miles de transportistas autónomos y pequeñas y medianas empresas, demostrando su capacidad para movilizar y hacer oír sus demandas.

Sin embargo, no todas las voces del sector transporte se alinean con esta medida. La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), que aglutina a más de 32,000 empresas y 60,000 vehículos, ha decidido no sumarse a la convocatoria. Desde su perspectiva, el sector no atraviesa una situación tan crítica como la vivida en 2022, cuando los precios de los combustibles alcanzaron picos históricos, desencadenando una crisis sin precedentes en el transporte.

Por otro lado, los agricultores, también afectados por las denominadas políticas verdes de la Unión Europea, continúan exigiendo acuerdos comerciales más justos y ayudas concretas para enfrentar adversidades como la sequía. Estas demandas se traducen en cortes de carreteras y movilizaciones que, aunque pacíficas, están causando graves atascos en varios puntos.

Las consecuencias de estas protestas se han dejado sentir  con cortes y retenciones no solo en la A-4 sino también en la AP-4, afectando al tránsito entre Las Cabezas de San Juan y Los Palacios y Villafranca. Estos eventos no solo perturban la libre circulación de miles de conductores sino que ponen de manifiesto las diferencias entre las demandas sectoriales y las políticas gubernamentales.

En un escenario donde el diálogo parece ser la única salida viable, las autoridades se enfrentan al desafío de atender estas demandas sin precedentes, buscando soluciones que armonicen los intereses de los agricultores y transportistas con la sostenibilidad económica y ambiental del país. La situación actual requiere de medidas inmediatas que alivien la presión sobre estos sectores vitales para la economía española, en un momento donde la unidad y el consenso se tornan más necesarios que nunca.