Hotel Nuevo Capitolio en Valdepeñas. Un lugar para repetir

Actualizado 16.03.2024

Hace algunos días que descubríamos por casualidad a un emprendedor, un hombre que se ha hecho así mismo. Lo descubrimos mientras tomábamos café en uno de esos lugares emblemáticos en los que no puedes pasar de largo.

Desde que la primera página de este diario vio la luz, nos hemos propuesto dos cosas, ofrecer información veraz y objetiva, sin rendir pleitesía a políticas o modas, y presumir de nuestro pueblo, Valdepeñas, la joya de La Mancha. Una de la labores que queremos hacer, es fomentar nuestro ocio, nuestra gastronomía, nuestros vinos, que están entre los mejores de Europa y, como no, nuestras gentes. Y parte de esa labor de reconocimiento es presentaros esos lugares qe han dejado huella en nuestra retina y en nuestra memoria, cuando no en nuestro estómago, que no es mala forma de dejar huella.

Habré estado en el Nuevo Hotel Capitolio apenas tres o cuatro veces, es como el estribillo de esa canción, que no consigues recordar, pero que no puedes dejar de tararear. El Capitolio es cálido y acogedor. Quizás no es un sitio muy grande, como los que puedes encontrarte en otras zonas de Valdepeñas, pero sin duda desprende calor. Hay sitios en los que se come bien, en los que te sientes en familia mientras tomas un café o una coca cola zero, pero en El Capitolio te sientes en casa. Y no digo como en casa, digo en casa. Yo tengo más de diez sitios donde podría tomar café cerca de casa, pero mi cuerpo busca El Capitolio, busca un hogar, porque en eso convierte el personal de El Capitolio a este establecimiento, en un hogar donde te sientes a salvo, seguro y una extraña armonía espiritual que te provocan esas voces acarameladas y musicales de las chicas que te atienden en la barra. No importa como haya sido tu día, porque la acogedora sonrisa con la que te reciben hace que se olviden los problemas por un momento. Hay establecimientos que te atraen por la calidad del servicio, otros por su precio y otros por la atención cuidada y eficaz de todo su personal. El Capitolio te atrapa por todas y cada una de esas cosas.

 

Si alguno de vosotros aún no lo conocéis no busquéis una razón, yo os doy una excusa, las empanadas colombianas. Yo no puedo dejar de pedirlas cada vez que voy, lo reconozco, me tienen enamorado. Eso o quizás los cantos de sirena que se escuchan desde la barra.

Si queréis conocerlo está en el número 4 de la Avenida del Sur. Merece la pena por todo, pero ahora que empieza el calor, la terraza es de las más acogedoras de Valdepeñas. Os aseguro que no defrauda.