HOY Valdepeñas > Editorial > Donald Trump a punto de morir en un atentado durante un mitín en Pensilvania
Actualizado 14.07.2024
No hay duda de que la política está librando una batalla en la que dos bandos opuestos luchan por hacerse con el control. No es algo que pase en Estados Unido únicamente. Podemos verlo a diario en España, en Europa. La sociedad huye de ese paraíso multicultural que nos han estado vendiendo durante décadas como la solución a todos nestros males, pero entonces el resorte actúa y se une todo el entramado porque viene "la extrema derecha". Aquí en España, una decision controvertida de VOX, ha desatado, una vez más, la batalla de las ideas. Uno puede estar de acuerdo con la medida de Santiago Abascal, o puede aferrarse al sillón como han decidido hacer algunos de sus cargos electos, pero no puede nagarse que es una decisión que obedece a un ideario que plasman en su programa electoral y por el que la gente los vota. Se quejan de que Abascal criminaliza a "sus niños", pero ocultan las noticias en las que ess mismo niños se converten en protegonistas absolutos.
En el mismo bando que a Santiago Abascal ese sector que se autodenimona progresista, colocan a dirigentes a lo largo el mundo, cualquiera que no se ajuste a esa tesis globalista está en el bando contrario., al que convierten de manera automática en un fascista, en un ultra derechita, en un negacionista o en cualquier otra palabra que acae igual. Donald Trump es uno de esos líderes demoníacos a los que la progresia odia. No se entiende de otra forma que a tenor de las imágenes del intento de magnicicio contra su persona durante un acto de precampaña, en las que claramente se ve como "algo" impacta contra la cabeza de Trump y lo hace sangrar tirándolo al suelo, momento en que un numeroso grupo de agentes del Servicio Secreto, se avalanzan sobre él, protegiendo su vida con sus cuerpos, algunos medios de este país, informaron de la noticia como un "presunto incidente". En el atentado se perdieron dos vidas humanas, una la del atacante, que fue inmediatamente abatido por los disparos de agentes apostados en los tejados del perímetro, otra, de uno de los asistentes al acto al que alcanzó la bala errada que rozó la cabeza de Trump. El pesebre en el que han dejado que se convierta lo que debería ser el "Cuarto Poder", no hace sino beber el contenido con el le rellenan el abrevadero. Flaco favor le hace a la búsqueda de la verdad quien está más pendiente de la publicidad institucional que de informar verazmente.
Horas después del atentado, horas después de perderse dos vidas humanas, y de que al menos otra más, se debata entre la vida y la muerte, algunos periódicos siguen hablando de lo que parece un "intento de atentado". No pueden permitir que los acontecimientos maten el relato con el que se sienten cómodos.
La Verdad es la verdad, la cuente Agamenón, o su porquero, y poco contribuimos a la misma si nos dejamos llevar por los cantos de sirena de una buena factura publicitaria. Cierto que la publicidad paga sueldos y facturas, pero la Verdad consigue que nos sintamos en paz con la Conciencia, cuando tienes la suerte de tenerla.
Algo empieza a cambiar en en mundo, pero está claro que alguien, en algún rincón lúgubre y escondido, no está dispuesto a dejar que las cosas cambien con facilidad. Mal vamos encaminados si en el otro lado, surge alguien igual de oculto, igual de oscuro, que haga lo que considere necesario para cambiar las cosas, porque así es como se llega al sin sentido. Pero aún iremos a peor si los que deberíamos destapar la verdad, nos dedicamos a esconderla o maquillarla para favorecer los intereses de cualquiera de los implicados. El deber de la información es mostrarla al mundo, sin dobleces y sin maquillajes, y que sea cada cual de manera libre, quien se forme su opinión propia Todo lo demás, no es otra cosa que manipulación.