Desarticulada una red criminal que robaba vehículos en Madrid y Castilla La Mancha

Actualizado 16.04.2024

En una destacada operación policial denominada "Hoyo 13", la Guardia Civil ha logrado desarticular una red criminal especializada en el robo y despiece de vehículos para la posterior venta ilegal de sus piezas en el mercado nacional e internacional. Esta banda, compuesta por ocho personas de las que seis han sido detenidos y dos se encuentran bajo investigación, operaba en diversas regiones de España, como la Comunidad de Madrid y localidades de Castilla La Mancha.

La investigación se inició a raíz de informes recibidos por una estación de Inspección Técnica de Vehículos (ITV), que alertaron sobre irregularidades detectadas en automóviles sometidos a revisión. A partir de este punto, los agentes identificaron una serie de talleres mecánicos ilegales donde se desguazaban los vehículos sustraídos, introduciendo sus componentes en el mercado de segunda mano tanto a nivel nacional como internacional.

Según las pesquisas, la banda se dedicaba al robo de vehículos de varias marcas en distintos puntos de la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha. Estos automóviles eran almacenados temporalmente para evitar su detección y luego trasladados a cuatro talleres clandestinos en Yuncos (Toledo), donde eran desmantelados para su posterior comercialización en el mercado ilegal.

Las piezas obtenidas se distribuían a través de intermediarios o se utilizaban en reparaciones mecánicas de otros vehículos. Además, algunas partes eran transportadas por carretera hasta puertos marítimos con conexión al norte de África, facilitando así su salida hacia el mercado internacional. 

La colaboración internacional fue fundamental en el éxito de esta operación, destacándose el intercambio de información entre España y Polonia, lo que permitió la detención del responsable de los robos en territorio polaco. Asimismo, se llevaron a cabo inspecciones en los talleres implicados, donde se incautaron vehículos en proceso de desmontaje, así como una gran cantidad de piezas con señalamiento policial y herramientas destinadas al despiece.

Es importante resaltar que uno de los principales investigados, encargado de la sustracción y traslado de los vehículos a los talleres clandestinos, enfrentaba múltiples órdenes de búsqueda y detención, así como órdenes europeas de extradición.

El uso de piezas y repuestos de vehículos robados en talleres ilegales representa un grave riesgo para la seguridad vial y la integridad de los conductores. Por ello, esta operación ha sido fundamental para desarticular esta red criminal y prevenir posibles tragedias en las carreteras.

La investigación fue llevada a cabo por agentes del Grupo de Investigación de Accidentes de Tráfico (GIAT) de la Guardia Civil, con la colaboración de diversas unidades policiales tanto a nivel nacional como local, demostrando así la importancia de la cooperación interinstitucional en la lucha contra el crimen organizado.